¡Hola lectores! Hoy nos adentramos en el fascinante mundo de la tecnología y la política, un combo que puede ser tan explosivo como un cohete de SpaceX. Claudia Sheinbaum, nuestra flamante presidenta, ha lanzado una serie de propuestas que prometen transformar el panorama tecnológico de México. Pero, como buenos críticos, no podemos quedarnos solos en la superficie. ¡Vamos a rascar un poco más!
La Red Nacional de Telecomunicaciones: ¿Un Sueño o una Realidad?
Primero, hablemos de la famosa Red Nacional de Telecomunicaciones. La idea suena genial: mejorar la infraestructura para que todos tengamos acceso a Internet rápido y confiable. Pero aquí viene el primer gran “pero”. ¿Realmente tenemos la capacidad técnica y financiera para llevar esto a cabo?; No olvidemos que en México hemos visto promesas similares en el pasado que se quedaron en el aire, como globos de fiesta que nunca despegaron.
Gobierno Digital: ¿Menos Burocracia o Más Trámites?
Luego está la propuesta del Gobierno Digital. ¡Qué maravilla! Un portal donde podemos hacer trámites desde la comodidad de nuestro sofá. Pero seamos sinceros: ¿cuántas veces hemos intentado hacer algo en línea y terminamos más confundidos que antes? La burocracia es un monstruo enorme y, aunque digitalizar procesos suena ideal, no podemos olvidar que detrás de cada clic hay personas (y muchas veces, errores humanos).
Soberanía Tecnológica: Un Término Bonito pero Difícil de Alcanzar
La soberanía tecnológica suena como un concepto sacado de una película futurista. La idea de que México pueda desarrollar sus propias tecnologías es atractiva, pero también plantea preguntas inquietantes. ¿Estamos listos para competir con gigantes tecnológicos?, ¿Dónde están los recursos y el talento?, Prometer un repositorio nacional para tecnología pública es un buen inicio, pero necesitamos más que buenas intenciones; Necesitamos acción.
Acceso Universal a Internet: ¿Un Derecho o una Utopía?.
Hablemos de un tema que nos toca a todos: el acceso a internet. En un mundo donde la conectividad es tan esencial como el aire que respiramos, la promesa de un acceso universal se siente como una necesidad urgente. Según datos recientes, en México, aproximadamente el 81.2% de la población (es decir, 97 millones de personas), tiene acceso a internet. Suena bien, ¿verdad?. Pero aquí viene la parte preocupante: más de 25 millones de personas todavía están desconectadas, lo que representa una brecha significativa en nuestra sociedad.
Imaginemos esto: en un país donde las oportunidades digitales son cada vez más importantes para el desarrollo personal y profesional, existen hoy, comunidades enteras que se quedan fuera del juego. El acceso a internet no solo es crucial para estudiar o trabajar; también es fundamental para acceder a servicios de salud, información y comunicación. Sin embargo, solo el 66% de las personas en áreas rurales tienen acceso a Internet, en comparación con el 85,5% en áreas urbanas . Esa diferencia es como un abismo que separa a quienes pueden navegar el mundo digital de aquellos que aún luchan por conectarse.
Y no se trata solo de tener una conexión. Muchas enfrentan barreras como la falta de recursos económicos o habilidades digitales. Es triste pensar que hay quienes no saben cómo usar las herramientas necesarias para conectarse, y eso nos lleva a preguntarnos: ¿realmente estamos listos para declarar que el acceso a internet es un derecho fundamental cuando hay tantos obstáculos?.
La situación se complica aún más si consideramos que algunos estados como Chiapas tienen tasas de conectividad tan bajas como 59.9% , mientras que en lugares como Quintana Roo se eleva hasta 91.6% . Esta disparidad geográfica no solo resalta la desigualdad en el acceso, sino también la urgencia de políticas públicas efectivas que realmente atiendan las necesidades de todos los mexicanos.
Así que, amigos, mientras seguimos esperando que se cumpla la promesa del acceso universal a internet, no podemos olvidar que detrás de cada cifra hay historias reales y personas que merecen estar conectadas. ¿Qué piensan ustedes? ¿Cómo podemos cerrar esta brecha digital? Los invitamos a compartir sus pensamientos y experiencias en los comentarios.
¡Hablemos!
